La llave tiene un estilo clásico, con un cuerpo alargado y detalles en forma de líneas horizontales cerca de la cabeza.
En la parte superior se observa un orificio circular, que le da un aire antiguo, típico de las llaves ornamentales.
Los dientes de la llave están trabajados con formas geométricas, lo que recuerda a los patrones árabes de la Alhambra de Granada, muy característicos por su simbología y estética.
El colgante cuelga de un cordón negro sencillo, lo que resalta la pieza de plata y le da un aspecto elegante pero también moderno y minimalista.
Este tipo de colgante suele tener un fuerte valor simbólico, representando la llave como acceso a la sabiduría, la historia o incluso como un amuleto protector.